Cinco películas visualmente increíbles
¿Qué hace a una película visualmente increíble?
La cinematografía (cine) se refiere al arte y proceso de crear imágenes que producen la ilusión de movimiento. Una película es visualmente increíble cuando el trabajo en la dirección general y la dirección de fotografía desarrollan con maestría artística y técnica su lenguaje visual.
El trabajo de la dirección de fotografía es el de determinar el cómo se presentará visualmente la historia. Una o un director de fotografía es la persona encargada de comandar los elementos relacionados con el uso de la luz, cámara y lentes durante un rodaje.
Es decir, esta persona tiene el trabajo de supervisar a quienes operan las cámaras, los tipos de lentes, profundidad de foco, composición, la iluminación, etc., en un set fílmico (o de televisión). En muchos casos, la directora o director de fotografía también se encarga de operar cámaras e incluso puede llegar a ser quien dirija el filme.
Las películas que aquí se presentan no siguen un orden específico, y son solo algunos ejemplos de esa maestría en dirección de fotografía que vale la pena ver y disfrutar.
Héroe (2002)
El director Zhang Yimou y el director de fotografía Christopher Doyle crean una historia desde diferentes perspectivas utilizando el color como herramienta narrativa, así como de una gran variedad de planos.
A pesar de que es común asociar a los filmes de acción y artes marciales con un cinema de entretenimiento ligero, Héroe es una película que diseña grandes paisajes con una acción fluida, así como espacios íntimos de forma sublime. Los grandes planos y la fotografía en general casi parecen ser pinturas en movimiento.
La paleta de colores de Héroe monta grandes escenarios desde el punto de vista de diferentes personajes. Cada color es una historia única, subjetiva, emocional y con una fluidez particular.
Ganadora de más de 10 premios internacionales por su cinematografía, Héroe es una forma de atestiguar el poder visual del cine.
Título original: Yīng Xióng
País: China
Director: Zhang Yimou
Director de cinematografía: Christopher Doyle.
El sueño de Alejandría (2006)
El sueño de Alejandría nos transporta a un mundo fantástico, gracias a la imaginación de su pequeña protagonista y la épica historia que le cuenta su compañero de hospital. Esta película es literalmente un viaje alrededor del mundo, ya que su rodaje se llevó a cabo en unos 28 países, durante un período de cuatro años.
Al realizar esta producción, su director, Tarsem, prefirió valerse de efectos prácticos, manteniendo los efectos especiales digitales al mínimo. Esto se muestra en la puesta en escena y en la forma en que captura los paisajes, vestuarios y la arquitectura de lugares tan distintos.
El uso del color, la luz natural (muchas de las escenas se llevan a cabo durante el día, bajo la luz del sol), la composición, la mezcla entre el lente grande angular y los teleobjetivos, fueron elementos clave para construir la visión del director. El resultado es una película llena de color, con un gran despliegue visual.
Título original: The Fall
País: India, Reino Unido, Estados Unidos
Director: Tarsem Singh
Director de fotografía: Colin Watkinson
Niños del hombre (Hijos de los hombres, 2006)
El director Alfonso Cuarón colabora nuevamente con su amigo y maestro de la cinematografía, Emmanuel “Chivo” Lubezki, para crear un mundo cuasi alternativo al nuestro. Esta realidad sombría, se ambienta un mundo distópico, bajo un drama de ciencia ficción. Su estilo es en parte documental, en donde la cámara sigue a los protagonistas, al mejor estilo de la fotografía de guerra, con un alto nivel de inmersión.
Una de las características más sobresalientes de este filme, y presente en otros filmes bajo la dirección de fotografía de Lubezki, es el uso de largas tomas o planos secuencia. Niños del hombre cuenta con varios de estos planos, siguiendo a los personajes y el contexto en el que se encuentran.
Cabe destacar que Lubezki cuenta, entre su extenso palmarés como director de fotografía, con tres premios Oscar consecutivos por Mejor dirección de fotografía, por las películas El renacido (The Revenant, 2015) y Birdman (2014), dirigidas por Alejandro González Iñarritú; y por Gravity (2013), dirigida por Cuarón. Todas estas películas con un muy bien trabajado lenguaje visual.
Título original: Children of Men
País: Reino Unido, Estados Unidos y Japón
Director: Alfonso Cuarón
Director de fotografía: Emmanuel Lubezki
Ciudadano Kane (1941)
Ciudadano Kane es uno de los hitos de la historia del cine. No solo por sus personajes y su guion, sino también por ser una clase maestra en dirección de fotografía. Un joven Orson Wells y Gregg Toland estarían a cargo de introducir nuevas formas de contar visualmente una historia.
La composición con la luz en cada escena ayuda a dirigir la atención de la audiencia como testigo de una investigación. Wells deseaba que diferentes partes estuvieran iluminadas resaltando el contraste entre luz y sombra.
Cabe recordar que Wells contaba con poca experiencia en fotografía cinematográfica (este filme marcaría su debut como director, a los 25 años), así que Toland sería su guía en el uso de técnicas de iluminación específicas. La visión del director llevo a que Ciudadano Kane se convirtiera en un clásico del cine, influenciando a varios géneros por su uso de la luz en clave baja (low key), particularmente a películas del género noir.
Esta colaboración, también resultó en la introducción de la técnica de profundidad de foco (deep focus), en la que se utiliza un objetivo gran angular, con una apertura estrecha, para asegurar una profundidad de campo muy amplia. Toland llamaría a esta técnica “pan-focus”. Sumado a una composición de las escenas bien organizada, la profundidad de foco hizo posible tener múltiples capas de acción en una misma toma. El objetivo era que la película incitará un sentimiento de realismo, con una imagen compleja y multidimensional.
En resumen, Ciudadano Kane es una de las grandes películas de todos los tiempos, cuyo lenguaje visual es un manual artístico en cinematografía.
Título original: Citizen Kane
País: Estados Unidos
Director: Orson Wells
Director de fotografía: Gregg Toland
Kagemusha: La sombra del guerrero (1980)
Kagemusha es una de las primeras películas a color del gran director japonés Akira Kurosawa. Para su fotografía, Kurosawa contó con quien es quizá su más grande colaborador en la creación de su lenguaje visual, el director de fotografía Takao Saitô.
En esta película, el color y la luz juegan papeles fundamentales para contruir el subtexto de la trama. El kagemusha (una persona que toma el lugar de otra, un doble) es tanto una copia casi exacta del líder de un clan, así como su sombra (metafórica y literalmente). Además, la disposición de la luz dibuja a la sombra como si se tratara de un personaje extra en la película.
Kurosawa y Saitô optan por una profundidad de campo amplia (los objetivos de la cámara tendrían apertura reducida para que un gran campo de visión estuviera en foco), creando una sensación de realismo.
El diseño con el color y la composición cuidada (uso de diagonales y encuadre de personajes utilizando patrones de color específicos) son algunos de los rasgos más sobresalientes de esta producción.
Saitô trabajó como operador de cámaras en películas de Kurosawa como Los siete samuráis (Shichinin no samurái, 1954) y El mercenario (Yojimbo, 1961). Ya luego, sería su principal director de fotografía, desde 1962, en filmes como Sanjuro, Ran (Caos, 1985) y Todavía no (Madadayo, 1993).
Título original: Kagemusha (影武者)
País: Japón
Director: Akira Kurosawa
Director de fotografía: Takao Saitô