Claroscuro en cine y fotografía
¿Qué es el “claroscuro”?
El claroscuro (originalmente chiaroscuro) es una técnica que se basa en la creación de un contraste profundo entre las zonas iluminadas y oscuras que componen a una imagen. Además de estar asociada principalmente a la pintura renacentista, esta técnica ha sido utilizada en otras artes como la escultura, impresión, grabado, fotografía y cine.
La palabra “claroscuro” es una traducción del italiano chiaroscuro, la cual se compone de las partículas chiaro (latín clarus) y scuro (latín obscurus), que significan ‘claro’ y ‘oscuro’, respectivamente.
Los principios del claro oscuro han sido utilizados a lo largo de la historia. En la antigua Grecia, Apolodoro Skiagraphos desarrolló la técnica de la esquiagrafía, la cual se basa en producir sombras para dotar de volumen a una imagen o grabado. Sin embargo, el uso del claroscuro como tal se dio durante el Cinquecento (siglo XVI), particularmente en la escena artística plástica del norte de Italia. Este período estuvo marcado por una gran producción del arte renacentista, el inicio del estilo barroco y el manierismo (o Renacimiento tardío).
Durante varios siglos, la técnica del claroscuro continuaría siendo utilizada por una gran variedad de artistas, entre los que se destacan Leonardo da Vinci, Michelangelo, Tintoretto, Caravaggio, Rembrandt, Johannes Vermeer y Francisco Goya.
Entre las razones para emplear el claroscuro están las de crear volumen, enfatizar los sujetos de una imagen, adicionar drama y tensión a la escena, y eliminar la textura plana de una obra, añadiendo la sensación de tridimensionalidad.
Características del claroscuro
- Presenta un contraste fuerte entre luz y oscuridad.
- La imagen resultante tiene un aire dramático, tenebroso y/o misterioso.
- Crea la sensación de tridimensionalidad en un plano de dos dimensiones.
- Predomina la clave baja (hay más sombras que zonas iluminadas).
- Es muy popular en fotografía de retratos (principalmente en estudio).
- En el cine se utiliza para producir una sensación de profundidad y dinamismo escénico.
- Al usarse en retratos, revela con mayor nitidez las expresiones y gestos de los personajes (tanto en cine como en fotografía).
El contraste entre luz y sombra en el cine
A pesar de ser una técnica utilizada principalmente en las artes plásticas, el claroscuro tuvo un lugar especial en el cine desde sus comienzos.
En la naciente industria cinematográfica, cuando muchas películas eran producidas con un presupuesto limitado, el claroscuro también facilitaba esconder detalles de una toma. Así, se podía ahorrar dinero durante la puesta en escena, ya que la mayor parte del cuadro se encontraba en oscuridad.
Filmes como Nosferatu (1922), de F. W. Murnau, empleaban esta técnica para producir un ambiente tenebroso y de misterio, que permitiera enfocar los gestos y rostros de los personajes.
Sin embargo, las cualidades del claroscuro son bienvenidas también en los blockbusters y producciones cinematográficas. Las películas de superhéroes no han sido la excepción. Por ejemplo, la mayoría de encarnaciones del Caballero Oscuro han utilizado está técnica de iluminación para crear el ambiente neo-noir de Ciudad Gótica. Además, en el cine enfocado en los personajes, el contraste entre luz y sombra permite a la audiencia conocer mejor la personalidad y conflicto interno de estos.
En el cine, esta técnica ha sido utilizada por realizadores dentro del Expresionismo alemán, el film noir y neo-noir. Además, directores como Orson Welles, Alfred Hitchcock, Francis Ford Coppola, Stanley Kubrick, Tim Burton y Steven Spielberg, la han utilizado en muchas de sus producciones.
El claroscuro en fotografía
Al claroscuro en fotografía también es conocido como “clave baja” (low key) y se refiere al estilo de fotografía en el que predominan las sombras y tonos oscuros. La poca luz que se utiliza se dirige a un área puntual de la imagen (aunque puede caer sobre varias zonas de esta).
Otra forma en la que se conoce al claroscuro es como “iluminación de Rembrandt”. Se le llama así en honor al pintor holandés Rembrandt. Su principal característica es la presencia de un pequeño triángulo invertido bajo uno de los ojos, creado por el juego de luz y sombras, en la zona menos iluminada del rostro.
En este caso, la técnica es utilizada principalmente en fotografía de retratos, muchas veces en un estudio. La iluminación se consigue con un flash, estrobo o fuente de luz, cuyo destello ilumina particularmente una zona del rostro. Es común que se coloque un reflector del lado opuesto a la fuente de luz, iluminando de forma suave el otro lado del rostro.
Esta técnica es muy popular para crear retratos y paisajes con cierto aire de dramatismo. Esto provoca qe las imágenes de un medio de dos dimensiones se transformen en un mundo tridimensional.
Entre los grandes maestros y maestras de la fotografía que han utilizado el claroscuro en sus obras se encuentran: Ansel Adams, Eugene Smith, Pedro Luis Raota, Fan Ho, Imogen Cunningham, Sebastião Salgado y Annie Leibovitz.